Sumeria Anunnaki

El Origen Anunnaki del Hombre

  La antigua Mesopotamia corresponde al territorio que abarca la cuenca fluvial de los ríos Tigris y Éufrates, lo que actualmente podría ser Irak, esta mantuvo ciertas características que permitirían definirla como una unidad suma importancia histórica., algunas de las civilizaciones más destacadas de esta etapa fueron Sumeria, Acadios, Asiria y Babilonia. 

  Sumeria tiene una larga historia de hace miles de años, la cual nos puede explicar el porque de la existencia del ser humano. La historia es relatada en la arcilla de las piedras con escritura cuneiforme, la lengua más antigua conocida por el hombre, un gran expositor de las traducciones es Zecharia Sitchin.

  En las escrituras cuneiformes encontradas en Irak; la antigua Sumeria, se han encontrado relatos muy interesantes los cuales datan de hasta 3300 a.C, a pesar de que son lecturas sumamente difíciles de encontrar, extraer y traducir, muchos científicos y eruditos se han dedicado a este labor. En estas lecturas podemos encontrar relatos de un material en especifico que llamaba la atención en esa época, el cual era el oro.

  El oro era un material muy importante y era extraído en esta región con un solo objetivo, no el nuestro, sino más bien el de los Anunnakis. Los Anunnakis son seres del planeta Nibiru, los cuales necesitaban el oro para mantener en buen estado su atmósfera ya que el oro posee la propiedad de poder girar en el aire como polvo por tiempos prolongados en la atmósfera reduciendo así el golpe calorífico y los rayos cancerígenos de su sol y en una dosis exacta permite la fotosíntesis, la lluvia y termodinámica que ellos requerían. Se relata que estos crearon genéricamente y liberaron a el ser humano en el planeta Tierra en forma de esclavos con el objetivo de extraer oro para su beneficio. 

  Inicialmente para llevar a cabo su objetivo se construyeron siete ciudades ubicadas donde fue Sumeria, este lugar era llamado por los Anunnakis Edin y tiempo después fue deformado como Edén.

Colaborador: Francisco Coto